3/12/13

Apúntate al marketing low cost

PILAR MAURELL | Social Media y Directora de Contenidos de VínculoVisual
Hay muchas maneras de dar a conocer tu proyecto o tu empresa, una de las que más de moda están (aunque el concepto es de los 80) es el marketing de guerrilla. ¿Por qué? Porque es low cost. Pero el 'low' se refiere sólo a dinero, ya que por lo demás requiere inventiva, imaginación y creatividad, y una buena dosis de esfuerzo.


Las ventajas de este tipo de marketing son que aprovecha los recursos disponibles, va directo al consumidor de la calle, el impacto psicológico es mayor, tiene un alto retorno de la inversión y un efecto viral (para este caso, la mejor plataforma es el vídeo). Hasta aquí todo fantástico. Pero hay algunos inconvenientes (además del de tener que pensar y pensar y pensar): si no trabajamos la viralidad puede tener una cobertura limitada; podemos crear rechazo si no controlamos la fuerza del impacto; y corremos el riesgo de que la campaña eclipse al producto.
Grandes empresas como Lippton o Coca Cola han usado este tipo de marketing, y hasta la banca ha utilizado herramientas como las flashmobs (que no deja de ser una variante), pero en general han apostado por él con grandes presupuestos y propuestas sorprendentes (por infraestructura, por ejemplo).



El pasado mayo, Banco de Sabadell organizó este flashmob para celebrar el 130 aniversario de la fundación de la entidad. Desde entonces han visto el vídeo en YouTube más de 25 millones de personas. Es cierto que la iniciativa del Sabadell no era para nada low cost (sólo hay que ver las imágenes, el número de cámaras, el sonido...) pero cumplió con el propósito del marketing de guerrilla.
Sin embargo, aunque nuestro presupuesto no sea tan espectacular, siempre hay maneras baratas y fáciles de sorprender al público:


¿Cuáles son las claves?
Según Raül Ruíz, de makeacoffe.net:

  1. Debemos pensar en personas, no en consumidores.
  2. Debemos satisfacer deseos, no necesidades.
  3. Buscamos el afecto, no la admiración.
  4. Generamos confianza con honestidad.
  5. Provocamos sentimientos beneficiosos.
  6. Generamos deseos, no imponemos.
  7. Animamos al diálogo.
  8. Ofrecemos relaciones, no sólo productos y servicios.

Algunos ejemplos (aquí y aquí) para activar la mente:


Y tú, ¿conoces otros ejemplos?